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Hernia Discal

Examen y Diagnóstico de la Hernia Discal


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Como quizá ya sepas por experiencia propia, una hernia de disco puede causar dolor, molestias e impedir que realices con normalidad tus actividad diarias.

Contar con un diagnóstico y tratamiento apropiados a la brevedad posible es importante para recuperar tu calidad de vida.


La Consulta con el Especialista Médico

Un profesional médico competente puede diagnosticar con precisión y en poco tiempo una hernia de disco.

Por lo general la consulta empieza con algunas preguntas sobre cuáles son tus síntomas  y si has estado tomando algún tipo de medicación para aliviar las molestias y el dolor. 

Paso seguido viene el examen físico. El médico observa la postura de tu cuerpo, el alcance de tus movimientos, así como tu condición física general. Prestará especial atención a los movimientos que causan dolor.

Como resultado de la hernia de disco podrías sentir rigidez en la espalda. El médico observará la columna, evaluará su curvatura y alineación y establecerá si existen contracturas musculares.

También es posible que el o la médico conduzca un examen neurológico para probar tus reflejos, verificar si existen alteraciones nerviosas y si el dolor se ha extendido. 

El dolor es el principal síntoma asociado a la hernia discal, y suele indicar al especialista ante qué tipo de hernia discal se encuentra. Si se extiende hacia las piernas, podría tratarse de una hernia en la zona lumbar o, en algunas ocasiones, de una hernia en la parte media de la espalda (columna dorsal). Si el dolor baja desde el cuello hacia los brazos podría tratarse de una hernia cervical, en la zona del cuello.


Pruebas de Diagnóstico por Imagen

El especialista también puede pedirte que realices algunas pruebas de diagnóstico por imagen.

Los rayos X
, por ejemplo, son útiles para evidenciar si el espacio que ocupa el disco se ha reducido (señal de su deterioro), o si existen fracturas en las vértebras, espolones óseos o artritis, lo que descartaría la hernia de disco.

La Tomografía Axial Computarizada (TAC) y la Resonancia Magnética (RMN) son pruebas que generan imagenes que permiten al médico ver con claridad los tejidos blandos de un disco que se ha deteriorado. Estas pruebas muestran con bastante claridad la localización y el grado de la hernia de disco.

Si tu especialista sospecha que puede existir algún daño neurológico (en el nervio afectado por la hernia), te pedirá que realices una Electromiografía, una prueba que mide la capacidad de respuesta de tus nervios y músculos.


Pruebas adicionales

Para obtener un diagnóstico más ajustado, se podrían pedir otras pruebas adicionales como:

  • Discograma o Discografía. Se trata de un procedimiento en el que se inyecta una sustancia en uno de los discos vertebrales, para analizarlo bajo condiciones especiales (fluoroscopio). La meta es establecer qué disco es el que causa el dolor.

  • Escaner óseo. Esta técnica da como resultado imágenes de los huesos. Una muy pequeña cantidad de material radioactivo se inyecta en los vasos sanguíneos y va a dar al flujo sanguíneo. La sustancia se concentra en los huesos que presentan actividad anormal (por ejemplo una inflamación). Este procedimiento ayuda al médico a detectar problemas de la columna como artritis, fracturas, tumores o infecciones.

  • Análisis de Laboratorio. Se obtienen muestras de tu sangre y se analizan para establecer si las células son normales. Ciertos cambios químicos en la sangre podrían indicar alguna alteración del metabolismo que podría contribuir al dolor.


Con el diagnóstico, el medico elaborará un plan de tratamiento para aliviar el dolor que produce la hernia, que puede incluir medicaciónfisioterapia y en los casos más serios incluso una cirugía de hernia discal.

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