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Fibromialgia

Síntomas de la Fibromialgia


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La fibromialgia presenta los siguientes síntomas:

Dolor crónico y generalizado. Es el principal síntoma. El dolor se extiende a todo el cuerpo, aunque suele sentirse con especial intensidad en ciertas áreas. Estas áreas de dolor se denominan puntos de sensibilidad.

Los médicos han clasificado en todo el cuerpo humano 18 puntos sensibles ubicados en el cuello, codos, tórax, espalda, caderas, glúteos, espinillas y rodillas. Estas áreas sensibles son pequeñas, por lo general del tamaño de una moneda de 10 céntimos y se encuentran cerca de articulaciones.

Uno de los métodos que los médicos emplean para diagnosticar la fibromialgia consiste en verificar si el paciente siente dolor en al menos 11 de estos 18 puntos sensibles (más información sobre el diagnóstico de la fibromialgia en  el artículo sobre el
examen y diagnóstico de la fibromialgia).

Pero el dolor asociado a la fibromialgia no se limita a los puntos sensibles. Es un dolor generalizado, extendido en todo el cuerpo e intenso, que se puede sentir como punzadas, ardor o escozor.

Quienes sufren esta dolencia tienden a despertarse por las mañanas con dolores y rigidez en el cuerpo.
En algunos pacientes el dolor mejora a lo largo del día y empeora llegada la noche. Hay quienes experimentan dolor durante todo el día. El dolor puede recrudecer con la actividad física, el clima húmedo o frío, la ansiedad y el estrés.

Lastimosamente la fibromialgia es un trastorno crónico. Algunas veces los síntomas mejoran. Otras veces el dolor puede empeorar y continuar durante meses o años.

Agotamiento físico.
La mayoría de las personas con fibromialgia experimentan una fatiga muy intensa, casi incapacitante. No es una fatiga como la que podríamos sentir después de un largo día de trabajo. Es tan fuerte que muchas personas se sienten igual de cansadas cuando se levantan por la mañana que cuando se fueron a dormir la noche anterior.

Quizá por este motivo, la fibromialgia se relaciona a menudo con el Síndrome de fatiga crónica. El agotamiento físico tiende a agravar otros síntomas, especialmente el dolor.

Problemas de sueño. Las investigaciones muestran que los pacientes con fibromialgia experimentan brotes de actividad cerebral durante los períodos de sueño profundo. Estas perturbaciones impiden a los pacientes tener un sueño nocturno reparador.

Ansiedad y/o Depresión. A menudo, las alteraciones del carácter y la depresión se asocian a la fibromialgia. Quizá porque se cree que los traumas emocionales pueden ser una de las causas posibles de la enfermedad. Por otra parte, al ser los síntomas tan dolorosos, muchos de los pacientes se aislan socialmente.

Dolor, fatiga, trastornos del sueño y depresión son los síntomas más usuales de la fibromialgia. Adicionalmente, podrían también pueden presentarse otros síntomas como:

  • Dificultad para mantener la concentración y recordar.

  • Mareos.

  • Dolor durante y después del ejercicio físico.

  • Ciclos menstruales dolorosos.

  • Sensibilidad al tacto, luz y sonido.

  • Rigidez por las mañanas y cuando se ha estado en una posición durante mucho tiempo.


Suele suceder que además de la fibromialgia, quien la padezca sufra otras enfermedades asociadas. Los investigadores no han podido determinar con precisión las relaciones que existen entre estas dolencias.

Las enfermedades que comúnmente coexisten abarcan:

  • Colon irritable. Dolor abdominal, nauseas, diarrea y o estreñimiento.

  • Vejiga irritable. Aumento de la frecuencia urinaria.

  • Migrañas.

  • Síndrome de Raynaud. La circulación de la sangre a los tejidos superficiales de las manos y pies disminuye temporalmente, causando frío o entumecimiento.

  • Síndrome de las piernas inquietas. Es un trastorno del sistema nervioso que provoca movimientos continuos del brazo o la pierna.

  • Trastorno de la articulación temporomandibular. Se caracteriza por el dolor en los músculos de la cara, por lo general cerca del oído, sienes y/o cuello, que provoca el movimiento de las mandíbulas.


Es importante señalar que la fibromialgia es una dolencia que se conoce relativamente poco y que a menudo se diagnostica erróneamente confundiéndola con otros males que presentan síntomas similares (como la Artritis Reumatoide, por ejemplo).

Para asegurarte de que te han diagnosticado correctamente, presta atención a  tus síntomas, sin importar que tan sutiles sean. Resulta útil que guardes un registro diario de la gravedad de tu dolor y molestias día a día. De esa manera podrás comunicarte con tu médico de una manera más clara y precisa. 

Última actualización: 09/03/2012

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