Síntomas de la Espondilitis Anquilosante

La espondilitis anquilosante presenta una serie de síntomas que pueden variar bastante en función de cada caso y el grado de avance de la enfermedad.

Algunos de los síntomas más usuales son:

• Dolor en la espalda. Sobre todo en la zona baja de la espalda (columna lumbar); puede extenderse a los glúteos y cadera. Las molestias pueden prolongarse durante períodos de semanas o meses.
  
  El dolor que produce la espondilitis anquilosante no se localiza únicamente en la zona baja de la espalda. Las mujeres, por ejemplo, suelen padecer además dolor en el cuello con más frecuencia que los hombres. Los niños casi nunca sienten dolor en la espalda, pero sí en los tobillos o rodillas.
  
  A diferencia del dolor de espalda provocado por otras causas, el dolor en este tipo de artritis recrudece durante los períodos de descanso o de inactividad. Los pacientes pueden llegar incluso a despertar del sueño por causa del dolor.
  
  
• Sensibilidad. Particularmente en la zona inflamada que a menudo suele ser la primera articulación de la parte más baja de la columna, la articulación sacroilíaca.
  
  
• Sacroileítis. La sacroileítis es la inflamación de la articulación sacroilíaca que une la columna con la pelvis. Produce dolor en las glúteos que puede irradiarse al muslo, aunque no suele extenderse más allá de la rodilla.
  
  
• Rigidez de la columna. Sensación de rigidez, sobre todo al despertar. 
  
  
• Capacidad limitada de movimiento. Suele mejorar con una ducha caliente o ejercicio ligero.
  
  
• Deformidad de la espalda.  Como consecuencia de la fusión vertebral se puede producir una hipercifosis o hiperlordosis.
  
  
• Iritis. La inflamación del ojo es un síntoma que suele darse con bastante frecuencia. 
  
  
• Pérdida de peso o de apetito.
  
  
• Fatiga.
  
  
• Fiebre y sudor por las noches.
  

El típico paciente de espondilitis anquilosante es un varón joven, que se encuentra entre los 20 y 40 años de edad. No obstante, también se ven bastantes casos en mujeres. Se piensa que el factor hereditario puede ser importante en la aparición de la dolencia.

A diferencia de otras formas de artritis, algunas personas con espondilitis anquilosante experimentan una disminución de los síntomas a medida que envejecen, y en algunos casos incluso desaparecen del todo. Sin embargo, esto solo ocurre en algunos casos; la espondilitis anquilosante evolucionará de manera distinta en cada paciente.