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Dolor de Espalda

Examen y Diagnóstico del Dolor de Espalda


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Si el dolor de espalda se prolonga durante más de unos días, si es agudo o si está acompañado de otros síntomas, deberías acudir a consulta con un especialista de la columna. 

Un dolor prolongado podría ser señal de que sufres una patología de la columna más seria que una contractura o desgarre muscular y que no curará por sí misma con el pasar de los días. 


La Consulta Médica

En una consulta típica de revisión de la columna, el médico te formulará algunas preguntas y realizará algunos exámenes básicos para identificar la causa del dolor de espalda. 

En primer lugar, el especialista te puede preguntar sobre tus síntomas actuales y las medidas que has estado tomando para tratarlos. A continuación realizará un examen físico y neurológico.

En el examen físico el médico observa tu postura, condición física y el rango de tus movimientos (que tan cómodamente y con qué alcance puedes mover ciertas articulaciones). Prestará especial atención a cualquier movimiento que cause dolor. Además palpará tu columna, observará su curvatura y alineación y revisará si existen contracturas musculares. 

Durante el examen neurológico, el especialista probará tus reflejos, la fuerza de tus músculos, verá si existen alteraciones en los nervios y si se produce irradiación del dolor. Este examen incluye la participación del paciente. Por ejemplo, se te puede pedir que dobles el torso en distintas direcciones y que muevas piernas y brazos estando de pie o incluso recostado sobre la camilla.


Pruebas de diagnóstico por Imagen

Si el dolor se ha prolongado durante más de algunas semanas, si es muy agudo o si padeces otra enfermedad, te pueden pedir exámenes por imagen como Rayos X, una Tomografía Axial Computarizada (TAC) o una Resonancia Magnética (RMN).

Los rayos X, por ejemplo, son útiles para mostrar la existencia de un estrechamiento del espacio medular (estenosis espinal), fracturas espinales, espolones óseos (osteofitos) u osteoartritis. Una Tomografía Computarizada o una Resonancia Magnética pueden revelar una protusión o hernia discal.

También es posible que te pidan realizar otro tipo de procedimientos de diagnóstico como:

  • Escáner oseo. Esta técnica ayuda a detectar problemas de la columna como la osteoartritis, fracturas o infecciones. Se inyecta al paciente en vena una pequeña cantidad de materia radioactiva. La materia viaja por el flujo sanguíneo y es absorbida por los huesos. El área en la que exista una actividad anormal (una inflamación, por ejemplo)absorve más material.

    Un escáner detecta la cantidad de radiación de los huesos y señalar qué áreas se han quedado con mayor material radioactivo. De esta manera el médico puede encontrar el problema.

  • Discograma. Este procedimiento se emplea para confirmar o descartar que un disco intervertebral sea la causa del dolor. Para ello, se inyecta una sustancia inocua en uno de los discos. Si existe algún problema con el disco  (por ejemplo si está herniado) la sustancia se filtrará fuera del mismo. Entonces, el  especialista podrá observarlo con unos rayos X.

  • Electromiografía. Si existe la posibilidad de daños en los nervios se puede realizar una electromiografía. Este test ayuda a medir la velocidad de respuesta de los nervios ante estímulos externos eléctricos. Por lo general se trata de un examen que no se pide de inmediato ya que pueden transcurrir varias semanas antes de que el paciente sienta algún problema de tipo neurológico (que afecta los nervios)  como, por ejemplo, pérdida de sensibilidad, reflejos anormales o debilidad.

  • Mielograma. Para establecer si se tiene un desorden del canal raquídeo o de la médula espinal –quizá la compresión de nervios que causa dolor y debilidad- se puede realizar un mielograma también conocido como mielografía.

    En este procedimiento se inyecta al paciente una materia especial en el área que rodea el canal raquídeo y los nervios, previa anestesia.  Posteriormente se realizan unos rayos X o un escáner por tomografía computarizada. La imagen resultante muestra en detalle la anatomía de la columna, especialmente de los huesos.

Una vez el médico confirme el diagnóstico médico, elaborará un plan de tratamiento que puede incluir medicación, fisioterapia o incluso, para los casos más serios, una cirugía.

Última actualización: 22/03/2012

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