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Dolor de Cuello

La Quiropráctica, una alternativa para tratar el Dolor de Cuello


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Como quizás ya sepas por experiencia propia, el dolor de cuello es más común de lo que parece y además un síntoma bastante molesto de que algo no anda bien. 


Existen diversos tipos de tratamientos para aliviar los síntomas de la cervicalgia. Uno de ellos es la quiropráctica. 


¿Qué es la quiropráctica?


La quiropráctica, también conocida como quiropraxia, se basa en la realización de una serie de ajustes manuales sobre la columna vertebral. El objetivo es corregir los desajustes existentes que dan lugar a las molestias y el dolor.

La Quiropráctica está oficialmente reconocida como carrera y práctica sanitaria en países como Estados Unidos, Canadá o Inglaterra. En otros países, como España y la mayoría de países latinoamericanos, no está reconocida por el Estado como una práctica sanitaria oficial. 

En España la práctica suele ser llevada a cabo por fisioterapeutas titulados a través de cursos de especialización o personas que estudiaron quiropráctica como carrera en el extranjero.

Aplicada al dolor de cuello, la quiropráctica tiene como objetivo principal reducir la tensión muscular, mediante movimientos suaves sobre las cervicales. 


La primera consulta


Cuando acudimos por primera vez a la consulta con el quiropráctico se suele seguir el siguiente proceso:   
 
1. El profesional realiza una evaluación completa del estado de nuestras cervicales. 

2. A partir de esta evaluación, interpreta los estudios médicos que le llevemos y, de ser necesario, puede sugerirnos que realicemos otros nuevos. 
 
3. Con estos elementos de juicio, decide la conveniencia o no de iniciar el tratamiento.
 
4. Una vez iniciado el tratamiento, el quiropráctico analiza nuestra columna vertebral, con especial inciso en la zona cervical en busca de desplazamientos o pinzamientos vertebrales. 
 
5. Finalmente, procede a ajustar las zonas contiguas a estas vertebras mediante movimientos suaves. De este modo, libera los posibles nervios pinzados, aliviando el dolor.

Depende de cada caso particular la duración total del tratamiento quiropráctico. En cualquier caso, cada sesión tiene una duración aproximada de 15-20 minutos. 
 
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