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Dolor de Cuello

Causas del Dolor de Cuello


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Saber con certeza qué es lo que nos está causando el dolor de cuello nos ayudará a establecer las alternativas más adecuadas para su tratamiento. Lo conveniente es que si tu dolor de cuello no cede con el pasar de los días, acudas a un médico para obtener un diagnóstico.

El dolor de cuello puede presentarse de varias formas. Puede ser leve o agudo, manifestarse como una molestia similar a un hormigueo o un ardor o puede localizarse en el cuello o extenderse hasta el brazo.

Los síntomas serán distintos según la causa que los esté originando. Algunas de las causas más comunes son:

  • Vida diaria. El diario vivir pone a prueba nuestro cuerpo. El estrés y la tensión emocional pueden provocar que nuestros músculos del cuello se contraigan, dando como resultado dolor y una sensación de rigidez. En ocasiones dormimos en una mala posición y despertamos con una tortícolis.

    Quienes trabajan en oficinas están sentados durante largas horas frente a un escritorio, mirando al ordenador, quizá con una mala postura, y eso provoca que nuestro cuello se ponga rígido. Incluso actividades normales que son en principio saludables, como, por ejemplo, la jardinería, jugar al fútbol o practicar cualquier otro deporte pueden constituir potenciales causas de lesiones en el cuello si no se realizan con el debido cuidado.

  • Paso del tiempo. Algunos desordenes de la edad tales como la osteoartritis, la estenosis espinal o al enfermedad degenerativa del disco, pueden afectar directamente a la columna cervical.

    La enfermedad discal degenerativa (EDD) puede provocar que los discos intervertebrales se deshidraten, pierdan flexibilidad, elasticidad y su capacidad de amortiguar los impactos que soporta la columna vertebral. Con el tiempo, se puede llegar a desarrollar una protrusión discal o incluso una hernia de disco. En ambos casos el material del disco que se desplaza podría comprimir raíces nerviosas, provocando dolor, hormigueo o adormecimiento en el cuello, que puede extenderse hasta el brazo.

    La osteoartritis. Es un desorden común de las articulaciones que causa un deterioro progresivo del cartílago. Sin el cartílago los huesos chocan unos con otros. El cuerpo reacciona formando espolones óseos (osteofitos) como una medida de auto protección. El espolón óseo puede presionar los nervios provocando dolor de cuello.

    La estenosis espinal. La estenosis consiste en que los pequeños conductos entre las vértebras por los que pasan los nervios se estrechan, lo que puede comprimir y atrapar la médula espinal y/o las raíces nerviosas espinales. La estenosis puede provocar dolor en el cuello, hombro y brazos si los nervios no funcionan con normalidad debido a esta presión.

  • Lesiones y Accidentes. Un movimiento violento y súbito de la cabeza o del cuello en cualquier dirección, y el consiguiente movimiento de retroceso de la cabeza o cuello en la dirección opuesta, pueden causar daños en los tejidos que rodean y sostienen el cuello y la cabeza. Es lo que se denomina como un "latigazo cervical".

    En estos casos los músculos reaccionan contrayéndose y dan lugar a una fatiga muscular que resulta en dolor y rigidez. En los casos más serios se pueden producir lesiones en los discos intervertebrales, articulaciones, ligamentos, músculos y raíces nerviosas.

    Los accidentes de coche son las causas más comunes de estos latigazos de cuello. Si has tenido una lesión o golpe en la cabeza es muy probable que el cuello también haya sido afectado, incluso si no lo sientes de inmediato. Lo mejor es buscar ayuda médica a la brevedad.

  • Otros desordenes. El dolor prolongado y la disminución de funciones del cerebro, la médula espinal, los músculos o de los nervios puede ser un indicador de algo más serio. En tales casos se debe buscar ayuda médica inmediatamente ya que ocasionalmente estos síntomas pueden ser el resultado de un infección espinal, compresión de la médula espinal, un tumor espinal, una fractura u otro desorden importante.

Última actualización: 22/02/12

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