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Ciática

Cirugía Ciática


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La mayoría de los pacientes con ciática responden bien a tratamientos conservadores que incluyen medicamentos para la ciática y sesiones de fisioterapia para la ciática.  La cirugía es raramente necesaria para tratar la dolencia.

Como es comprensible, los pacientes prefieren agotar todas las opciones disponibles en cuanto a tratamientos no quirúrgicos y evitar a toda costa una operación.

La regla general es que quienes sufren de ciática descubren cómo gestionar su problema y mantener controlados los síntomas para llevar una vida diaria sin grandes contratiempos.

Por ejemplo, alguien que sufre ataques ocasionales de dolor de ciática podría lidiar con su dolor con una combinación de descanso inicial, una infiltración de corticoides, seguida de un programa cuidadoso de ejercicios y estiramientos. 

Por otra parte, existen personas que eligen pasar por una cirugía, buscando el alivio inmediato y/o a largo plazo que ésta puede ofrecer. Las razones son tan distintas como los casos particulares de cada quien: bien porque su estilo de vida y situación laboral así lo requieren, por una preferencia personal o bien porque se trata de un caso serio que no puede tratarse de otra forma de manera efectiva (ver causas de la ciática)

Lo importante es que, como paciente, siempre tienes la última palabra a la hora de decidir si te sometes o no a una operación. Muchos factores influyen en una decisión de esta naturaleza como, por ejemplo, los costos económicos, el tiempo de recuperación, los riesgos asociados a toda cirugía, el porcentaje de posibilidad de fracaso de la operación, entre otros.

El primer rol del cirujano consiste en informar al paciente en detalle las opciones disponibles y sus potenciales consecuencias, tanto positivas como negativas, para que este pueda tomar la mejor decisión de manera consciente y responsable.


¿Necesito una Cirugía para tratar mi Ciática?

Los siguientes escenarios pueden ser indicativos de que una cirugía de la columna puede ser necesaria:

  • Si experimentas incontinencia o falta de control de los esfínteres. Ocurre raramente, pero cuando se produce podría tratarse de una compresión de la médula espinal, una situación que debe resolverse a la brevedad posible.

  • Sufres de estenosis espinal y tu médico considera que la cirugía es la mejor manera de tratarla.

  • Empiezas a sentir alteraciones neurológicas como, por ejemplo, debilidad extrema en la pierna.

  • Tus síntomas empeoran y los tratamientos no quirúrgicos no son efectivos.


Algunos médicos especialistas consideran 
que si el dolor de ciática es agudo y no ha mejorado en un plazo de alrededor de 6 a 12 semanas, es razonable barajar la posibilidad de una operación de la columna.  


Tipos de cirugía

En función de la causa y de la duración del dolor, se consideran algunos de los siguientes procedimientos:

  • Discectomía o Microdiscectomía. En ambos procedimientos, el cirujano remueve todo o parte de un disco herniado que está presionando el nervio ciático y provocando los síntomas de la ciática.

    La diferencia principal entre ambos procedimientos consiste que una microdiscetomía es una cirugía mínimamente invasiva. El cirujano emplea una magnificación microscópica para trabajar a través de una pequeña incisión usando instrumentos muy pequeños. Ya que la cirugía es mínimamente invasiva, la recuperación en una microdisectomía es más rápida.

  • Laminectomía o Laminotomía. Estos dos procedimientos involucran una parte de la vértebra llamada lámina, una placa de hueso que protege el canal raquídeo y la médula espinal. Una laminectomía consiste en retirar toda la lámina: una laminotomía remueve solamente una parte de la lamina. Estos procedimientos se realizan para dar más espacio para los nervios, reduciendo así la posibilidad de que los nervios queden comprimidos o pinchados.


Recuperación de la Cirugía

Después de la Cirugía, se debe guardar total reposo cuando menos las 24 horas siguientes. Probablemente se toman medicamentos de 2 a 4 semanas. Después de la cirugía, recibirás indicaciones de cómo sentarte, ponerte y quedar de pie correctamente.

Es muy importante que le des a tu cuerpo un período prudente para que se recupere y cure. Probablemente el cirujano te recomiende que restrinjas tus actividades durante este tiempo.

En general debes evitar las actividades que exijan demasiado movimiento de tu columna. espalda, en especial los deportes de contacto, flexionar el tronco o levantar pesos.

Después de la cirugía debes estar vigilante. Si sientes molestias como, por ejemplo, una fiebre que va en aumento o una infección debes acudir a tu médico inmediatamente.

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