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Artritis y Osteoartritis

Bienestar

Cirugía Osteoartritis


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Los pacientes diagnosticados con osteoartritis espinal raramente requieren una cirugía de la columna. Los tratamientos conservadores (es decir que no requieren una operación) como la medicación o la fisioterapia suelen ser suficiente para reducir los niveles de dolor de los pacientes.

Este tipo de tratamientos se suelen seguir durante varios meses antes de empezar a considerar una cirugía. No obstante, una operación podría ser necesaria en los siguientes escenarios:

  • Sufres síntomas de incontinencia o de falta de control de los esfínteres. Ocurre raramente, cuando la médula espinal está comprimida.

  • El tuyo es un caso de estenosis espinal y tu doctor considera que la cirugía es la mejor manera de tratarlo.

  • Experimentas disfunciones neurológicas como, por ejemplo, debilidad severa en piernas o brazos, adormecimiento u hormigueos.

  • La osteoartritis afecta ciertas estructuras de tu columna, especialmente las articulaciones facetarias, que son las articulaciones que ayudan a controlar los movimientos de la columna. Cuando esto pasa, tu columna podría devenir inestable y entonces corres más riesgos de desarrollar problemas neurológicos.


 Las opciones quirúrgicas tradicionales: descompresión y fusión 

La cirugía para solucionar algún problema originado por la espondilosis suele consistir en dos procedimientos. Por una parte tenemos la cirugía de decompresión, que consiste en que el cirujano retira el tejido que presiona el nervio. Por otra parte, la artrodesis o fusión, que es una cirugía de estabilización de la columna. A menudo descompresión y fusión se realizan al mismo tiempo.


La cirugía de descompresión

Las opciones más tradicionales incluyen:

  • Facetectomía. El la columna existen articulaciones que ayudan a estabilizarla; son las articulaciones facetarias. Cuando las articulaciones facetarias degeneran pueden llegar a comprimir algún nervio. Una facetecomía consiste en retirar la articulación facetaria para liberar la presión que ejerze sobre el nervio.

  • Foraminotomía. Si en tu caso una parte del disco o un espolón óseo (osteofito) presiona el nervio cuando sale de la vértebra a través del foramen, podrían realizarte una foraminotomía. Otomía significa “hacer una abertura”, por lo que una foraminotomía consiste en ensanchar la apertura del foramen, para que el nervio pueda salir sin ser comprimido.

  • Laminectomía. En la parte de atrás de cada vértebra encontramos una placa de hueso que protege el canal medular y la médula espinal; se llama lámina. La lámina puede comprimir un nervio. En estos casos el cirujano podría requerir retirar parte de la lámina para aliviar la presión.

  • Laminotomía. Parecida a  la foraminotomía, una laminotomía ensancha la apertura, pero esta vez de la placa de hueso que protege el canal medular y la médula espinal (lámina). La lámina puede ejercer presión sobre la estructura nerviosa, así que el cirujano podría hacer más campo a través de una laminotomía.


Todas estas técnicas de descompresión se realizan desde la parte de atrás de la columna (posterior). En ocasiones, sin embargo, el cirujano tiene que realizar la descompresión desde delante (anterior).

Por ejemplo, en el caso de un disco con protusión o herniado que presiona el canal medular. A veces el disco no puede ser retirado desde atrás, debido a que la médula espinal se interpondría en el camino del cirujano y lo último que queremos es tocar la médula espinal. En este caso, el procedimiento de descompresión se suele realizar desde delante 

Las técnicas de descompresión anterior incluyen:

  • Discectomía. Si tienes un disco con protusión  o una hernia discal es posible que comprima un nervio. En la discectomía, el cirujano retira una parte o todo el disco. La discectomía puede realizarse empleando un procedimiento mínimamente invasivo. Esto quiere decir que se realizan pequeños cortes y el cirujano opera con un microscopio y herramientas quirúrgicas muy pequeñas. La ventaja de este tipo de procedimientos es que el período de recuperación es menor.

  • Corpectomía (Vertebrectomía). En ocasiones los cirujanos tienen que retirar la totalidad del cuerpo vertebral debido a que el material del disco queda atrapado entre el cuerpo vertebral y la médula espinal y no puede ser removido únicamente con una discectomía.

    En otros casos, los osteofitos se forman entre el cuerpo vertebral y la médula espinal. En estas situaciones, puede ser  necesario remover todo el cuerpo vertebral para acceder al material discal que comprime el nervio. En esto consiste una corpectomía.


La Artrodesis o Fusión

Después de que se ha retirado un disco o parte de una vértebra, la columna puede quedar inestable, es decir que es susceptible de moverse de manera anormal. Cuando esto ocurre existe un mayor riesgo de que se produzcan lesiones neurológicas serias.

Para evitar estos riesgos el cirujano debe estabilizar la columna. El procedimiento tradicional de estabilización es la artrodesis, que se puede realizar desde atrás (fusión posterior) o desde delante (fusión anterior).

  • Artrodesis. El objetivo de esta operación consiste en que el cirujano propicie un entorno en el que los huesos de la columna se fusionan, formando una sola pieza, normalmente después de varios meses. El cirujano emplea un injerto de hueso (por lo general del propio cuerpo del paciente, aunque también es posible obtenerlo de un donante) o una sustancia biológica que estimula el crecimiento del hueso.

    El cirujano podría emplear instrumentación espinal –cables, tornillos, placas y varas- para aumentar la estabilidad de la columna mientras los huesos se fusionan. La fusión impedirá el movimiento entre vértebras, dando estabilidad a largo plazo a cambio de un disminución de la movilidad de la columna. 

    Sin embargo, hay que tener en cuenta que la técnica de la fusión conlleva en muchos casos, con el paso del tiempo, la degeneración de los discos adyacentes como consecuencia del incremento de la carga de trabajo que sufre la vértebra situada junto a la fusionada. En tales casos, quizá tendrías que volver a someterte a otra cirugía.

    De todas formas siempre deber guardar el reposo debido y tomar las medidas del caso para que tu operación tenga los resultados deseados.

Ultima actualización: 16/03/12

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